Proyecto Metro de Bogotá: oportunidades y retos para la infraestructura colombiana

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Visión General

Los múltiples actores involucrados en el desarrollo de la infraestructura colombiana, incluyendo al gobierno nacional, se encuentran próximos a enfrentar un proyecto cuyo impacto podría generar una modificación en la percepción de la industria a nivel mundial.

Se trata del proyecto de construcción del Metro de Bogotá, cuyo cumplimiento en términos de plazos y proyecciones económicas, podría dar lugar a una mejora en la credibilidad de la industria para obras de gran envergadura e impacto para el desarrollo nacional. “Es una oportunidad para hacer las cosas de manera adecuada, generando pluralidad y recuperando la credibilidad tanto en las empresas del Estado como en el sector privado”, señala Paola Alzate, vicepresidente de Infraestructura de Aon Colombia.

A lo cual agrega Diana Ximena Ramos, consultora de riesgos de Aon Colombia, “Tras años de planeación y definiciones, el proyecto Metro de Bogotá está hoy más maduro que nunca”.


EN PROFUNDIDAD

Tras el ingreso de un nuevo gobierno el pasado mes de agosto de 2018, se ha dado lugar a algunas modificaciones y desarrollos adicionales en torno a la construcción del Metro de Bogotá, que resulta en tranquilidad para los inversionistas y demás partes del proyecto.

Al tratarse de un proyecto de concesión, implica en primera instancia en su curso normal, un enfoque en la consecución de recursos en la banca multilateral.

Para tal fin, fue creada la empresa Metro de Bogotá (EMB) “quien se encargará de administrar los recursos obtenidos internacionalmente y a través de la cual se irán gestionando los pagos a las empresas que van a realizar las obras. Una figura que garantiza la disponibilidad de recursos oportuna para la ejecución de las obras programadas”, señala William Guerrero, experto técnico en infraestructura y gerente de la línea de crédito y cumplimiento de Aon Colombia.

Adicionalmente, tras algunos requerimientos legales, y para tranquilidad de las partes involucradas, se reafirmó que “la Primera Línea del Metro, para la cual se aprobaron compromisos con cargo a vigencias futuras, se encuentra soportada en estudios que cumplen los requisitos de los que trata el artículo 1° de la Ley 1483 de 2011 y el literal “e” del artículo 1° del Decreto 2767 de 2012″.

De este modo, las condiciones para el inicio del proyecto de construcción están dadas y se espera que las primeras obras en torno al Metro de Bogotá tengan lugar a lo largo del primer trimestre del 2019.

Los tres aspectos más relevantes a ser revisados a la hora de contratar

Todos los actores que intervienen en los proyectos de construcción tienen una responsabilidad inherente al manejo adecuado de los riesgos y la aplicación de esquemas de mitigación que garantice el buen fin del proyecto y un reflejo de la rentabilidad obtenida en el mismo como beneficio común para la sociedad.

El proyecto Metro no es la excepción, contrario a esto, “ha dado lugar a contar con un amplio conocimiento en materia de riesgos, teniendo como desafío la escasa experiencia local en proyectos de esta envergadura” señala Diana Ramos.

Añadiendo, junto a Paola Alzate, algunas recomendaciones para los diferentes actores involucrados en los proyectos:

• Identificar, medir y evaluar el universo de riesgos asociados a los proyectos, en términos de suficiencia y rentabilidad.

• El esquema de aseguramiento para el proyecto no se debe basar únicamente en los requisitos legales o de financiación, deberá contemplar a su vez la totalidad de riesgos dependiendo de la etapa del proyecto.

• Todas las partes interesadas del proyecto, tales como financiadores, estructuradores, constructores, asesores, gobierno, comunidad en general, entre otros, deberán velar por el óptimo desarrollo de los proyectos a través de mecanismos de control y monitoreo desde el rol propio, entendiendo que se trata de una responsabilidad compartida para su éxito.

Concluye Clemens Freitag, Líder regional de Aon en la Industria de Infraestructura en Latinoamérica “un análisis profesional de riesgos, la adecuada distribución de responsabilidades entre las partes, y la toma de acciones necesarias para el control efectivo de riesgos, tales como la trasferencia, minimización o aseguramiento, es de total importancia para la conclusión de la obra y continuación de su operación. De tal forma que se logre un beneficio social, y salud económica para las partes del proyecto.

De este modo, el desafío del proyecto Metro de Bogotá va más allá de llegar a su buen fin, pues se constituirá como un hito para el desarrollo de las obras de infraestructura en Colombia.