Preocupante inflación en costos de servicios médicos en Latinoamérica

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Visión General

La variación en los precios de la salud es un rubro sensible para la economía de los países, debido al impacto que tiene en el presupuesto tanto de las compañías que procuran mantener los programas de salud para sus empleados, como para los hogares que individualmente cuentan con estos planes.

Según el estudio “Tasas Globales de Tendencia Médica 2018”, se estima que para 2018 la inflación en los servicios médicos en Latinoamérica será del 13.9%. %, lo que representa más del doble del promedio del índice general calculado en 5,8%; presentando a su vez un comportamiento similar al del 2017, año en el que las tasas promedio fueron del 14.2% y el 6%, respectivamente.

Este comportamiento marca una tendencia clara en la variación de los costos de salud, qué en los últimos cinco años ha duplicado al índice general de inflación.
¿Qué tan favorable es este contexto para las empresas, bajo la premisa de que un ahorro económico se traduce en una oportunidad de inversión en actividades de prevención en la salud, cuyo retorno se mide en términos de mejor bienestar de la población, menores costos por enfermedades crónicas y catastróficas, y mayor satisfacción frente al beneficio?


En profundidad

En general, son muchos y muy variados los factores que influyen en el incremento de los costos de los servicios médicos en el mundo.

Entre ellos se encuentran las enfermedades crónicas no transmisibles a causa de estilos de vida poco saludables en los países emergentes, la transferencia de costos en los planes de salud del sistema de seguridad social y el aumento en la prevalencia y utilización de los planes empresariales de muchos países”, asegura Wil Gaitán, vicepresidente senior y consultor actuarial global de Aon.

Si bien en Latinoamérica el aumento se mantiene en un nivel de dos dígitos, la tendencia en la variación de la tasa refleja una leve disminución que responde a una moderada recuperación económica, producto especialmente del aumento en la demanda local, apreciaciones en la tasa de cambio de algunas monedas y baja en los precios de los alimentos y la energía.

Este panorama ofrece la posibilidad de que los costos de los servicios médicos, que son pagados en moneda extranjera, puedan estabilizarse y garantizar la sustentabilidad de este beneficio para los empleados, que es uno de los principales retos que enfrentan las empresas en todos los países.

Los Malos Hábitos de Salud pasan factura

El estudio de Aon reveló que las cinco condiciones principales que impulsan los reclamos médicos son: el cáncer, la diabetes, la hipertensión y los eventos cardiovasculares y osteomusculares.

Así, una vida poco saludable y mala alimentación, eleva la posibilidad de reclamos médicos a futuro: presión arterial elevada 78%, sedentarismo físico 49% y obesidad 48%, aumentando su riesgo con el consumo de alcohol y tabaco.

Las principales condiciones médicas por región informadas por las unidades de Aon fueron:

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Recomendando a su vez a los empleadores hacer mayores y mejores esfuerzos para ayudar a sus colaboradores a fomentar la cultura del cuidado.

El ‘Wellness’, la mejor estrategia empresarial

A diferencia de otras regiones en el mundo donde se imponen restricciones al acceso a los servicios médicos y se realizan ajustes en el diseño de los planes para contener los costos médicos, en América Latina las empresas han elegido el ‘Wellness’ como su estrategia para minimizar los aumentos en los costos de la salud.

“Consiste en la implementación de programas para incentivar la actividad física y la nutrición saludable, con actividades educativas de sensibilización según los conceptos de ‘Fitness’ y ‘Wellness’, con enfoques innovadores y diferenciando los intereses puntuales de distintos segmentos generacionales dentro de las organizaciones”, señaló Nicolás Jiménez, gerente regional de analytics para Latinoamérica.

Así mismo, se recomienda a las empresas fomentar exámenes y tamizajes de detección temprana de ciertas enfermedades y condiciones, especialmente aquellas relacionadas con trastornos metabólicos y otros cardiovasculares. Para ello, los empleadores deben ofrecer actividades médicas regulares de forma preventiva, sin esperar a que exista manifestación alguna de la enfermedad.

“Estos programas no deben pasar por alto el bienestar en el lugar de trabajo. El enfoque histórico de estas iniciativas ha priorizado el bienestar físico, pero lo que se está viendo actualmente es el bienestar general: abordar la problemática de la salud de una manera integral. Una visión holística puede generar mejores resultados en todas las dimensiones: emocionales, laborales, financieras, sociales, ambientales y físicas”, afirma Mónica Ham, directora médica adjunta del área de Siniestros y Beneficios de Aon México.

El ausentismo, un mal que afecta a toda la organización

Finalmente, es importante resaltar el modo en que los hábitos de vida poco saludables redundan en enfermedades, y estas a su vez en pérdidas económicas para las organizaciones.

De acuerdo con los registros de Aon, el 49% de los trabajadores registran hábitos de vida poco saludables, deficientes rutinas alimenticias y baja actividad física, lo cual facilita la aparición de molestias como úlceras, gastritis y síndrome de colon irritable. Desencadenando en algunos casos incrementos no despreciables en los índices de ausentismo laboral de las organizaciones.

Sin embargo, el ausentismo no afecta únicamente al empleado como tal, su entorno también se puede ver impactado negativamente, así lo explica Sandra Gaitán, directora médica de Aon Colombia: “La ausencia de cualquier trabajador, independientemente del rol que desempeñe, desencadena consecuencias negativas al interior de la organización, ya que genera un retraso en las actividades y tareas asignadas, aumenta la carga laboral de los demás trabajadores, disminuye la calidad de la atención, genera estrés e impacta la productividad y la eficiencia de los procesos establecidos”.

De este modo, serán los malos hábitos y el consecuente incremento en el uso de los servicios de salud las principales causas del aumento de los costos médicos globales a lo largo del 2018, volviéndose cada vez más imperativo que las empresas diseñen un programa de prevención de enfermedades y promoción de estilos de vida saludables.