Los impactos de la inflación: una mirada más cercana a tres industrias

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Octubre, 2022


Panorama General

Mientras los gobiernos y los bancos centrales luchan por controlar la inflación, las empresas también deben hacer frente a sus efectos. La actual crisis inflacionaria es en realidad un fenómeno global que se ha producido, en parte, por el cambio en la demanda de bienes y servicios consecuencia de la pandemia de COVID-19, las interrupciones en la cadena de suministro y, el conflicto entre Rusia y Ucrania.

A pesar de una esperada desaceleración en la segunda mitad de 2022, el Foro Económico Mundial prevé que América Latina crezca un 3% este año. Sin embargo, la región se enfrenta a importantes retos, como el declive de las condiciones financieras mundiales, la disminución del crecimiento global, la persistencia de la inflación y el aumento de las tensiones sociales en medio de la inseguridad alimentaria y energética.

El informe de Aon llamado “La inflación está incidiendo en la administración de riesgo empresarial: pasos para mitigar su impacto”, muestra que el actual nivel de inflación mundial ha introducido nuevos factores de volatilidad en las operaciones, así como en los programas de administración de riesgos en las organizaciones. Una amplia gama de condiciones subyacentes, exacerbadas por la pandemia, también contribuyen al actual entorno inflacionario, generando desafíos complejos a las industrias.

“Nos enfrentamos a la mayor inflación de los últimos años en la región latinoamericana y a nivel mundial. Desde el punto de vista del riesgo, lo primero que debemos tener en cuenta es que los bienes han aumentado sus precios, por lo que las organizaciones deben ajustar sus valores asegurados. Las empresas tienen que entender cómo está cambiando el panorama económico y cómo responder a ese cambio. Para ello, necesitan datos e información para tomar mejores decisiones. También deben dar prioridad a la eficiencia de los costos para seguir siendo competitivas y rentables”, afirma Franco Di Lucca, Head of South Cone de Aon.

A Profundidad

El impacto de la inflación se manifiesta en todos los sectores empresariales. Un análisis de tres sectores – alimentación, agricultura y bebidas; recursos naturales; transporte y logística- pone en relieve algunos de los generadores de la inflación y las implicaciones para las empresas, así como algunas de las estrategias para hacer frente a esta creciente tendencia.

Alimentación: la pandemia, las cadenas de suministro, el clima y la mano de obra contribuyen a la inflación

La inflación en el sector de la alimentación, la agricultura y las bebidas ha pasado del 2.2% en 2021 al 7% a principios de 2022, el mayor aumento desde 1981. A esta tasa de inflación contribuyeron las condiciones climáticas adversas, la escasez de mano de obra, los disturbios políticos, el aumento de los costos de los insumos críticos como fertilizantes y combustible, así como las interrupciones en la cadena de suministro.

Aunque los riesgos de la cadena de suministro son un peligro importante en muchas industrias, el problema es especialmente grave en el sector de la alimentación, la agricultura y las bebidas, donde los productos suelen depender de una suma de factores, y un retraso en la entrega de cualquiera de ellos puede tener resultados desastrosos para la empresa. El conflicto en Ucrania también tendrá un impacto importante y duradero en la industria alimentaria mundial y en el suministro.

Al igual que en otros sectores, los problemas de suministro – y por tanto de precios – a los que se enfrentan las empresas de alimentación, agricultura y bebidas se ven agravados por la creciente amenaza de los ciberataques. Estos ataques pueden detener la producción, causar interrupciones en el negocio e interferir en las cadenas de suministro. Un informe de Aon revela que casi ocho de cada diez dirigentes de la industria alimentaria, agrícola y de bebidas califican el riesgo cibernético como una de las cinco principales amenazas para su negocio.

Para abordar los riesgos asociados con la inflación, es esencial que las empresas del sector de la alimentación, agricultura y bebidas conozcan a sus cadenas de suministro. “Las organizaciones necesitan garantizar la resistencia y la estabilidad de sus cadenas de suministro”, asegura Paulo Vitor, Food, Beverage and Agribusiness Industry Specialty Leader, Latin America en Aon. “Por lo tanto, deben contar con planes de contingencia para garantizar el suministro de sus ingredientes, el envasado, la logística y la mano de obra. Comprender no sólo su propia vulnerabilidad, sino también la de sus proveedores, es clave”.

Recursos naturales: disturbios políticos, fluctuaciones cambiarias e inflación provocada por la pandemia

Los precios de los recursos naturales han aumentado drásticamente en todo el mundo. De marzo de 2021 a marzo de 2022, el precio del carbón subió 275%, del aluminio 56%, del cobre 13% y el costo del níquel aumentó un 163%. En el mismo periodo, los precios del crudo Brent subieron el 63% y el coste del gas natural aumentó el 97%. Persiste la incertidumbre a corto plazo en torno a los precios de la energía, especialmente por el impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania.

Los esfuerzos por endurecer las políticas monetarias para controlar la inflación, por parte de los bancos centrales de las economías avanzadas, han presionado probablemente a los países de los mercados emergentes y a los prestatarios en moneda extranjera. Las empresas con exposición internacional de bienes y equipos podrían verse afectados.

“Los precios de los metales han experimentado una mayor volatilidad en los últimos 12 meses, principalmente debido a la creciente demanda de metales básicos y a la caída de la producción de acero en China”, afirma Daniel Ocampo, Natural Resources Industry Leader, Latin America en Aon. “Según el Fondo Monetario Internacional, con la reciente guerra en Ucrania, es probable que el panorama sea aún más turbulento al aumentar los precios de la energía y los alimentos”.

Según Ocampo, los precios de algunas materias primas están preparados para aumentar aún más, en un contexto en el que confluyen una serie de factores para crear una “tormenta perfecta”. “La escasez de chips en los semiconductores ha repercutido en el sector del automóvil, que es un gran consumidor de metales básicos, incluido el acero” explica el ejecutivo. “El impulso de la transición energética hacia los vehículos eléctricos también ha provocado un mayor requerimiento de motores eléctricos, transformadores y cableado de cobre. La demanda de productos químicos aumentó durante la pandemia debido a la necesidad de equipos de protección personal, paquetes de pruebas y envases”, finaliza.

Los problemas de transporte y logística se suman a la tendencia inflacionaria

La escasez de contenedores y la falta de trabajadores portuarios y conductores contribuyeron en gran medida a las interrupciones en la cadena de suministro y al aumento de los costos de transporte. El precio de los contenedores de transporte marítimo a nivel mundial pasó de menos de dos mil dólares a casi once mil dólares a finales de 2021, mientras que los costos de los fletes marítimos aumentaron el 29% y los envíos por camión el 18.3% a principios de este año.

Los retrasos en el transporte marítimo obligaron a algunas empresas a buscar el transporte aéreo como solución de envío, pero el aumento del precio del combustible para aviones este año ha encarecido aún más esta opción. Las tarifas de los fletes aéreos desde China a Europa aumentaron un 80% a principios de marzo, según Freightos, una plataforma de reservas de carga.

Los ataques de ransomware también amenazan al sector del transporte marítimo, que depende en gran medida de las interacciones entre muchos sistemas digitales diferentes.

Cómo afrontar el riesgo de inflación

Desde el punto de vista de la administración de riesgos, la inflación puede aumentar el costo de los siniestros, lo cual puede afectar los precios de los seguros en un mercado ya de por sí difícil. En este clima, las empresas pueden optar por retener más riesgos, pero primero deben considerar las implicaciones que esto podría acarrear para la organización y sus socios de negocio. La analítica puede ser una herramienta valiosa para decidir si la opción es la retención de riesgos.

Las organizaciones también deben reconocer el impacto de la inflación en el valor de sus bienes y equipos, así como las implicaciones de las fluctuaciones monetarias, para evitar el riesgo de estar infra asegurados.

“Tenemos que ser proactivos en lo que respecta a la inflación, para adelantarnos a ella. No es una tarea fácil, debido a que se pierde comparabilidad, lo que era cierto hasta hace poco tiempo en términos de valores y riesgos, deja de serlo y puede generar impactos muy negativos en las operaciones, si no está debidamente tratado. Y hasta que el ritmo de la inflación disminuya, las empresas que entiendan su impacto en el negocio – y tomen medidas para afrontarlo- estarán mejor posicionadas para sortear la volatilidad que provoca esta situación”, concluye Franco di Lucca.