Los empleadores pagarán cada vez más por la salud de sus empleados

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Visión General

Los empleados son el activo más importante de una empresa, de su estado de salud físico y mental depende no solo su bienestar personal sino el de la organización que los contrata, y en mayor escala de los costos en salud de la nación misma.

El indicador, también conocido como ‘inflación de los costos médicos’, ha incrementado sustancialmente a pesar de que las tasas generales de inflación en el mundo han sido moderadas en los últimos tiempos, y se estima que este año se ubicará en el 7,8%, muy por encima del índice de crecimiento de precios previsto, de acuerdo con el estudio de ‘Tasas de Tendencias Médicas Globales 2019’ de Aon.

La situación está llevando a los empleadores a pagar cada vez más por la salud de los empleados a su cargo, una tendencia que se presenta en diferentes partes del mundo, especialmente en Europa y Estados Unidos.

Latinoamérica no es la excepción. En Brasil, el crecimiento del índice de la denominada inflación médica se espera que sea alrededor del 17% en 2019, mientras que la inflación del país se ubicaría en el 4%. “El impacto se ve reflejado en las expectativas de los cuatro principales operadores de salud del país (Brasil) con respecto a menores ajustes en las tarifas de las primas y los clientes, lo que reduce el alcance de su cobertura geográfica en su estado o región”, según el reporte de Aon.

En Colombia, por su lado, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 3,18% en el 2018, el mismo indicador en el sector salud se ubicó en el 4,6%, ratificando una tendencia mundial que habla de incrementos sostenidos en los costos asociados a los planes médicos que los empleadores ofrecen a sus empleados.

¿Cuáles son las causas principales de esta desviación?, ¿qué deberían hacer las empresas para hacer frente a esta situación?


EN PROFUNDIDAD

Las causas de este incremento acelerado y sostenido en el costo de los planes médicos empresariales se asocian a diferentes causas.

“Algunos de ellos son el envejecimiento de la población mundial, los malos hábitos de estilo de vida que se vuelven más comunes en los países emergentes, al cambio de costos de los programas de atención social de salud y a la mayor prevalencia y utilización de planes de salud patrocinados por los empleadores en muchos países”, dice Wil Gaitán, vicepresidente senior y actuario de consultoría global en Aon.

Para Diana Daniels, consultora en salud de Aon Colombia , la situación descrita ameritaría que al interior de las organizaciones se generará mayor cultura, conciencia e interés por la salud de sus empleados. “Lo que se busca es que el empleado sea analizado en su integralidad, porque si un empleador tiene a una persona sana, mental, emocional y físicamente, habrá un impacto en referencia a un menor consumo del costo médico”.

De acuerdo con el estudio, el porcentaje de países que reportaron un predominio fuerte o moderado para cada uno de los servicios médicos evidenció que la hospitalización predomina para un 90% de los países, seguido de la atención ambulatoria para un 87%; medicamentos recetados para un 78%; medicina preventiva para un 68%; cobertura dental para un 67%, y cuidado de la visión para un 65%.

Así mismo, entre las afecciones que generan mayor costo médico en los trabajadores cuando usan sus planes de salud empresariales están: en primer lugar, los problemas cardiovasculares ya que el 72% de los países reportaron estas enfermedades como las más costosas. Le siguen el cáncer y crecimiento tumoral para el 69% de los países; la presión arterial alta o hipertensión para el 54%; la diabetes para el 50%; y las enfermedades del oído, nariz y garganta, y del sistema respiratorio (para el 42%).

Mientras que los factores de riesgo médico identificados por la mayor parte de los países como generadores del costo, son: presión arterial alta (para el 80% de los países); colesterol alto (52%); inactividad física (48%); mala nutrición (44%) y obesidad (43%).

Estos hallazgos han conllevado al desarrollo de medidas encaminadas a controlar el aumento de los costos médicos, entre las que se destacan las iniciativas de bienestar (84%); la contención de costos (78%); restricciones de acceso a la prestación de los servicios médicos (53%); los cambios en el diseño del plan (50%), y limitar la red de proveedores de servicios de salud (38%).

 

 

El caso de Colombia

En Colombia las cifras son concluyentes. “Al hacer una revisión de los planes colectivos de salud que las empresas ofrecen como beneficio a sus empleados en diferentes industrias, encontramos que efectivamente los costos asociados se han venido incrementando”, señala Diana Daniels.

Los servicios ambulatorios, tales como consultas, terapias y ayudas disgnósticas, son los que han generado un mayor costo en salud con el 31.4% en el 2017 y el 33.2% en el 2018, según reveló un análisis hecho en Colombia con la utilización de la herramienta global AON PULSE, la cual comparó la utilización de servicios de las empresas de los sectores de alimentos, aviación, construcción, energía/minería, estatales y manufactura.

En segundo lugar, están los servicios hospitalarios, cuya participación se mantuvo en el 31% en los dos periodos. En tercer lugar, se encuentran los procedimientos o cirugías ambulatorias con una participación del 10%, acercándose al 11% en el 2018. Cuando los planes de salud cubren medicamentos, éste suele ocupar el tercer lugar.

En general, se puede concluir que, si bien cada industria tiene su propio comportamiento, el costo médico se genera principalmente por los servicios ambulatorios y los hospitalarios.

El resultado depende de múltiples variables como las características demográficas de la población asegurada, de la utilización de servicios por parte de los usuarios, de la negociación de tarifas con la red de prestadores, de la severidad de los casos, de los mecanismos de financiamiento y control del servicio, entre otras.

¿Cómo controlar los costos en salud?

Considerando que el costo en salud continúa siendo elevado en comparación con la inflación, se hace necesario implementar estrategias de intervención, enfocados en controlar el costo médico.

En América Latina, un creciente número de empresas están buscando estrategias adicionales, como proyectos enfocados en la prevención.

“Son programas que tienen el objetivo de gestionar las enfermedades crónicas y utilizar más herramientas de educación, con la meta de ayudar a los usuarios a administrar su salud”, concluye Violetta Ostafin, CEO de Health Solutions de Aon para América Latina

Diana Daniels agrega algunos ejemplos de intervención diseñados, por tipo de problemática,:

  1. Ajustes al modelo- “Lo primero es realizar los ajustes requeridos al modelo de atención y/o cobertura de los planes, el financiamiento de éstos en términos de empresa vs. Afiliado y realizar las auditorias necesarias a los procesos considerados como críticos: afiliaciones, autorizaciones y reembolsos.”
  1. Revisión a la cobertura de medicamentos- “En referencia a los medicamentos, se trata de un trabajo proactivo de investigación” señala Daniels, agregando que implica acciones específicas como:
  • Definir, implementar y actualizar el vademécum
  • Realizar seguimiento a los usuarios polimedicados y multiconsultantes
  • Promover la negociación de tarifas de medicamentos con base en estudios comparativos previos
  1. Encontrar ineficiencias- Finalmente, mediante procesos de auditoría y gestión es posible identificar y controlar los costos más relevantes:
  • Realizar auditoría a los pacientes hospitalizados
  • Implementar y hacer seguimiento al Programa de Hospitalización Domiciliaria (PHD)
  • Realizar validaciones a las cuentas médicas
  • Realizar seguimiento a usuarios críticos (costosos, de alto costo y con múltiples ordenamientos)
  • Promover la negociación de tarifas con la red prestadora con base en estudios comparativos previos
  • Definir y hacer seguimiento a indicadores (KPI) para control y disminución de brechas.
  1. Planes de promoción y prevención- Finalmente, y no menos importante, “Al interior de las organizaciones se diseñan e implementan programas y/o actividades específicas de promoción y prevención con base en la morbilidad de la población, esto logra reducir sustancialmente los costos asociados a enfermedades recurrentes.” Concluye Daniels.