Estar sentado vs fumar: ¿ Cuál es la escala del riesgo?
Visión General
Quizás quiera usted ponerse de pie mientras lee este artículo: demasiadas personas permanecen sentadas durante demasiado tiempo todos los días. Existe consenso creciente que estar sentado demasiado tiempo tiene efectos serios sobre la salud física y mental de las personas, y que las empresas podrían, por ende, tornarse menos productivas como resultado de ello.
Puede que el problema sea más grande de lo que muchos piensan. Un estudio publicado en la Revista Británica de Medicina Deportiva (British Journal of Sports Medicine), concluyó que las personas que permanecen sentadas – mirando la televisión, por ejemplo – durante una hora reducen sus expectativas de vida en 22 minutos, mientras que los fumadores reducen sus vidas en un promedio de 11 minutos por cada cigarrillo. Un estudio en Diabetología de la Revista de la Asociación Europea de Estudios sobre la Diabetes (European Association for the Study of Diabetes), confirmó este peligro comparando a quiénes pasan la mayor cantidad de tiempo sentados con quienes estuvieron el menor periodo de tiempo sentados. Quienes estuvieron mucho tiempo sentados sufrían un 112% de aumento en casos de diabetes, un aumento del 147% en casos de muerte por episodios cardiovasculares, un aumento del 90% en casos de muerte por causas cardiovasculares, y un 49% de aumento de muerte por todas las causas.
Estar mucho tiempo sentado también se ha relacionado con la obesidad, los dolores de espada, la demencia y la degeneración muscular. En el Reino Unido, el Congreso de Sindicatos Laborales estima con los dolores de espalda cuestan todos los años a las empresas 5 millones de libras esterlinas como consecuencia del ausentismo de sus obreros y empleados.
Algunos estudios han descubierto que estar demasiado tiempo sentados está tan generalizado y tiene un efecto tan negativo sobre la salud, que cada vez más se comparan sus efectos nocivos con los de fumar. Se trata de un problema crecientemente reconocido como un problema grave, y se están realizando investigaciones para incorporar hábitos más saludables en la forma como se arman y disponen las oficinas. En 2013, la Asociación Médica Estadounidense (American Medical Association), adoptó una nueva política: promover entre los empleadores y patronales que ofrezcan puestos de trabajo que permitan al trabajador operar parado en lugar de sentado.
Pero, ¿qué pueden hacer tanto los individuos como las organizaciones para reducir el daño potencial que puede ocasionar el permanecer demasiado tiempo sentado?
A fondo
A nivel mundial, alrededor del 40% de las personas que sufren enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer no logran cumplir con la recomendación mínima para mantener buena salud de 150 minutos de actividad física moderada semanales. En Europa y América del Norte, esa cifra es de alrededor del 70%. Se estima que hasta un 25% de los estadounidenses son mayormente sedentarios en sus vidas diarias, según Stephanie Pronk, Vice Presidente y Líder del Equipo de Transformación de la Salud Nacional de EEUU de Aon. “Apenas si realizan un mínimo de actividad física diariamente.”
Salud Publica Inglaterra (Public Health England), que es el ente oficial responsable por la salud publica en Inglaterra y Gales, comisionó recientemente una declaración experta sobre el estado e impacto que tiene permanecer sentado durante largos períodos en las oficinas, que aporta información preocupante. En promedio, los británicos caminan sesenta millas menos anualmente de lo que caminaban en el año 1975. Queman 175 calorías menos de lo que quemaban en 1960, lo que se traduce en una reducción del 20% en la actividad física. Caminan o andan en bicicleta menos a menudo, y pasan más tiempo en sus hogares sentados delante de la pantalla de la computadora o televisión. Aún peor, a lo largo del mismo periodo, los trabajos manuales han sido reemplazados por trabajos sedentarios en la oficina.
Las consecuencias de permanecer demasiado tiempo sentado
En años recientes, un creciente conjunto de investigadores ha determinado que existe una conexión causal entre estar sentados durante más de cuatro horas por día, y una reducción en la quema de calorías (ritmo metabólico), disrupciones en los niveles de azúcar en la sangre, mayores niveles de insulina y presión arterial, y una “salida de actividad” de los músculos de las piernas debido a la inactividad. “Si las personas permanecen sentadas durante más de seis horas diarias, los estudios indican que alrededor del 20% de los hombres y 40% de las mujeres tienen mayores probabilidades de morir prematuramente, comparado con quienes mantienen actividad mayor”, según dice Pronk.
Permanecer sentados durante mucho tiempo también trae consecuencias nocivas para la salud mental y emocional. Según un estudio publicado por la Revista Estadounidense de Medicina Preventiva (American Journal of Preventative Medicine), las mujeres que permanecen sentadas durante más de siete horas diarias, tienen tres veces más probabilidad tres veces más probabilidad de sufrir síntomas de depresión, que las mujeres que permanecen sentadas menos de cuatro horas diarias e hicieron las mismas actividades.
El costo de permanecer sentados durante demasiado tiempo
Estas actividades también son malas para los presupuestos de las organizaciones. Pronk dice que las investigaciones han mostrado que los adultos estadounidenses inactivos pagan U$S 1.500 más por año en costos de salud, comparado con quienes permanecen más activos. Esto también conlleva un costo para las empresas. Una mayor cantidad de problemas de salud entre sus empleados puede reducir su desempeño en el lugar de trabajo, y aumentar la cantidad de días de ausentismo por enfermedad, lo que tiene un impacto acumulado significativo sobre la producción en general. Con el ausentismo por enfermedad costándole a los empleadores 29.000 millones de libras esterlinas solo en el Reino Unido, según un estudio, haciendo que los empleados pierdan el 2,8% de tiempo de trabajo, según otro estudio, lo que lleva a que haya creciente preocupación considerando el incierto ambiente económico actual.
Aquellas organizaciones que pagan por el seguro de salud de sus empleados sufrirán consecuencias financieras si la mala salud de los mismos significa mayor cantidad de litigios y reclamos. Un estudio publicado en una revista especializada en temas de salud – The Lancet – descubrió de los estilos de vida sedentarios resultan en problemas de salud que cuestan a los servicios globales de salud $67.500 millones al año. Esta tendencia a permanecer sentados hace aumentar los costos de los seguros de salud de las empresas, lo que genera un incentivo financiero inmediato para asegurarse que sus empleados se comporten de manera más saludable.
Permanecer sentados es apenas una de las causas que generan problemas no contagiosos de salud, sobre los cuales los líderes empresarios son cada día más conscientes. La Encuesta Anual de Salud del 2015 , por ejemplo, descubrió que muchos empleados en Estados Unidos desean implementar “más oportunidades y apoyo para relacionar la salud con la riqueza” en sus sistemas de premio.
Creando Culturas Saludables: 4 maneras diferentes de re-pensar el Lugar de Trabajo
Al igual que dejar de fumar, todo cambio a llevar a cabo seguramente será gradual y tendrá lugar en cuatro niveles: actitudes culturales, actividades individuales, prácticas organizacionales y cambios físicos en la disposición de las oficinas.
1) Cambiar las actitudes culturales de las Empresas
Pronk asevera que un gran – y quizás sutil – desafío radica en el cambio en las actitudes de las organizaciones. Ella describe el caso de una gran empresa que invirtió en un las instalación de gimnasio para promover actitudes más saludables entre sus trabajadores. Sin embargo, la cultura de la organización era una de “presentismo” – la expectativa de que a los empleados se los vea trabajando durante el horario de oficina – de manera que, en la práctica, muy pocos utilizaron el gimnasio, y aquellos que la usaban se sentían obligados a esconder sus equipos de gimnasio. La cultura corporativa fue tal que estar sentado en el escritorio de cada empleado significaba que uno se encontraba trabajando. No estar en el escritorio – sea por la razón que sea – podría interpretarse como no estar trabajado. “Lamentablemente, existe una percepción negativa en torno a no estar trabajando en el propio escritorio. Si alguien se toma diez minutos para salir y caminar un poco, se presume que ese empleado no es un gran trabajador”, ella explica. El primer paso para promover un comportamiento más saludable radica en abordar estas actitudes y en educar a los equipos en el sentido de que no estar en el escritorio puede conformar un verdadero beneficio para la empresa que podrá traducirse en un menor ausentismo y menores gastos de cobertura de salud.
2) Promover mayor actividad individual
Para la mayor parte de los empleados, moverse más implica hacer pequeños cambios en sus rutinas diarias, tales como cambiar de postura física en forma regular, caminar para ir a ver a un colega en el piso de abajo en lugar de mandarle un correo electrónico, usar las escaleras en lugar del ascensor, o periódicamente dividir los segmentos en que se trabaja sentado, trabajando también parados o en un escritorio más alto, de ser necesario.
3) Revisando las prácticas organizacionales
Quizás sea necesario enviar recordatorios de los gerentes y equipos de RRHH para promover este pequeño pero importante primer paso hacia un estilo de vida más saludable para los empleados, individualmente. Las empresas podrían cambiar sus culturas yendo hacia una que promueva mayor movimiento mientras se trabaja, sugiriéndole a la gente que haga ejercicios de estiramiento, quizás incorporando esto al principio o final de las reuniones, y también promoviendo la idea de mantener breves reuniones mientras se camina.
La empresa podrá promover la actividad física recomendando a los empleados que caminen o se muevan cada noventa minutos. Quizás puedan considerar elevar el nivel de seriedad con el que se aborda este tema, combinando la información acerca de los peligros potenciales de pasar demasiado tiempo sentado con otros temas que hacen a la salud, tales como por ejemplo, beber menos alcohol, o fumar menos, o comer alimentos más nutritivos.
4) Promover cambios físicos en el ambiente de las oficinas
Los empleadores también podrán promover que sus empleados se pongan más de pie, haciendo cambios en la disposición de sus propios puestos de trabajo. Podrán retirar algunas sillas de las salas de reuniones para obligar a que las reuniones se hagan de pie, lo que a menudo también las torna más breves, aumentando así la concentración y productividad. Algunas empresas introducen equipos de caminar automáticos, pedales debajo de los escritorios para que los empleados muevan sus piernas, o pueden invertir en un gimnasio. La disposición de la oficina también puede representar un cambio positivo – ¿se pueden disponer las salas de reunión y los escritorios de forma tal de hacer que los empleados caminen un poquito más?
Si se introducen puestos de trabajo del tipo “sentarse para pararse” – escritorios que pueden ser ajustados para que sean más altos de manera que se puedan utilizar tanto sentados como parados – éstos podrán representar una sorprendente diferencia. Un estudio reciente descubrió que los puestos de trabajo en los que se puede trabajar parado pueden aumentar la productividad en hasta un 53 por ciento. La Asociación Médica Estadounidense (American Medical Association) recomienda que las personas hagan sus reuniones caminando, o que se sienten sobre grandes pelotas gimnásticas ergonómicas favorables a la salud en sus escritorios, de ser factible. Y un estudio realizado por la Revista de la Universidad de Oxford sobre Salud Pública , descubrió que los puestos de trabajo del tipo “sentarse – pararse” son efectivos para mejorar la salud de niños sentados en Escandinavia, y en más de un 90% (more than 90 percent) de los trabajadores que utilizan computadoras para trabajar en escritorios ajustables del tipo “sentarse – pararse”. Sin embargo, en la actualidad apenas el 1% de los trabajadores en el Reino Unido tienen acceso a los mismos. Se estima que los usuarios tienen un mayor probabilidad del 78% a reportar que vivieron un día sin dolores, que aquellos que no hacen uso de los mismos.
El año que viene, el Laboratorio Well Living – un laboratorio diseñado para llevar a cabo estudios científicos sofisticados y repetibles acerca de la manera cómo el diseño de los puestos de trabajo afecta la salud y el desempeño humano – investigará cuáles serán las maneras más saludables de evitar estar sentados durante demasiado tiempo mientras se trabaja.
Estar sentados versus fumar: La escala del riesgo
Tanto las patronales como lo empleados apenas están comenzando a comprender los alcances totales de los riesgos de permanecer sentado durante demasiado tiempo, y las investigaciones médicas hoy se encuentran en curso.
Teniendo en cuenta que todo el mundo se sienta, mientras que sólo algunas personas fuman, se puede concluir que estar demasiado tiempo sentado representa una amenaza mayor a la salud pública global que los cigarrillos. Pero mientras que las investigaciones acercan del impacto de fumar vienen realizándose desde hace décadas, las investigaciones acerca del impacto de permanecer sentados están recién en su infancia, y las evidencias aún no son conclusivas.
¿Estar sentados representan un nuevo riesgo equivalente a fumar? Las pruebas innegablemente van creciendo indicando que es dañino, pero a menudo sólo representan un elemento dentro de un desafío mucho más amplio que obliga a abordar los estilos de vida sedentarios. Esto no es tan fácil como pedirle a la gente que pase más tiempo de pie – sino que se trata de tomar el primer paso hacia estilos de vida más saludables y esquemas de trabajo más saludables, lo que resulta bastante difícil. El apoyo por parte de las empresas y las patronales a vivir vidas más saludables bien podría representar el primer paso que se necesita tomar en este tema.