¿Es la economía circular el futuro de la industria del plástico?

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Visión General

Ante la esperada desaceleración en la demanda del plástico a nivel mundial debido principalmente a su reconocimiento en 2011 como uno de los uno de los problemas ambientales más radicales del siglo por parte del Programa Ambiental de las Naciones Unidas, los empresarios de la industria a nivel mundial deberán buscar alternativas para lograr dar continuidad a sus negocios.

Sin embargo, esta no será tarea fácil, entendiendo que uno de los principales retos de la industria del plástico a nivel global según la Encuesta Global de Riesgos de Aon, es su capacidad para innovar y por ende de generar medidas alternas que le permitan seguir supliendo las necesidades de un mercado global que pide un cambio.

“El principal riesgo de la industria del plástico es la incapacidad de innovar, la cual más allá de generar nuevos productos también se debe traducir en la integración del concepto de sostenibilidad en sus procesos productivo, comercial y de distribución.” Menciona Julián Roberto Ávila, experto en Consultoría en Riesgos de Aon Colombia.

Así, los empresarios de la industria y los gobiernos locales son los principales responsables de encontrar la mejor manera de responder entre otras cosas a la iniciativa liderada por la Unión Europea de lograr que para 2030 la totalidad de los plásticos sean reciclables; una meta retadora, entendiendo un crecimiento sostenido en la cantidad total de plástico en el mundo, igual a 20 veces el presentado en los años 60s.


EN PROFUNDIDAD

Una posible solución a la reducción de residuos plásticos podría radicar en la reutilización del material en otras industrias como insumo para sus procesos.

Así lo considera La Asociación Colombiana de Plásticos (ACOPLASTICOS) al liderar una iniciativa, que busca promover una economía circular que permita el aprovechamiento y el reciclaje del plástico.

Se trata de lograr innovación en la base estratégica de la industria, mediante la inclusión en su proceso de planeación de la logística inversa o desmaterialización del insumo. Lo cual podrá conllevar incluso a la identificación de nuevos usos del “residuo” una vez se concluya el uso convencional del material.

Sin embargo, es justamente la incapacidad de innovar para satisfacer las necesidades del cliente el principal riesgo de la manufactura de plásticos según la Encuesta Global de Riesgos 2017 de Aon.
“La industria del plástico tiene un reto interesante frente a la incapacidad de satisfacer las nuevas necesidades de los consumidores, pues esta se compone de una tendencia normativa cada vez más restrictiva y tendiente a desestimular el uso de elementos plásticos.” menciona Julián Ávila.

Sin embargo, agrega que, en la medida en que haya un involucramiento de la gestión de riesgos como insumo para la toma de decisiones estratégicas de una compañía se podrían facilitar sus procesos de innovación profundos y consecuente permanencia en el mercado.

“La oportuna identificación de riesgos permite a la alta dirección visualizar a tiempo nuevos retos y oportunidades. En una industria amenazada por tendencias normativas y de consumo, la toma de decisiones a tiempo puede ser la diferencia entre la sobrevivir o desaparecer.” Agrega Julián Ávila.

Es por lo tanto primordial que las industrias y sus empresas activas conozcan los riesgos asociados a sus procesos internos para poder tomar las decisiones de cambio o redefinición de estrategias necesarias para ajustarse a los cambios en su entorno.

LA REUTILIZACIÓN DE RESIDUOS DE OTRAS INDUSTRIAS COMO INSUMO

Marcas reconocidas en el mundo del retail han dado a conocer iniciativas en las que utilizan plástico reciclado como insumo para la fabricación de textiles, e incluso implementos deportivos como zapatos, guantes, botellas y tenis, entre otros.

El plástico también ha servido para construir y repavimentar carreteras en países como Holanda e Inglaterra, mediante la creación de un nuevo material, a partir de desechos de plástico extraído de mares, rellenos sanitarios y vertederos, cuya resistencia podría ser superior que la del asfalto.

Siguiendo el ejemplo de otros países más avanzados en el tema, el sector manufacturero en Colombia ha desarrollado modificaciones en sus procesos productivos que generan un acercamiento al concepto de economía circular.

Uno de los ejemplos más destacados por su carácter innovador es el de la producción de fibras, filamentos e hilazas para el sector textil a raíz de botellas PET (envases plásticos) reciclados orientados a reutilizar los residuos de la industria química de llantas y bebidas.

En adición a esto, el gobierno colombiano dio a conocer en noviembre de 2018 La Estrategia Nacional de Economía Circular, mediante la cual pretende incentivar el desarrollo de nuevos modelos de negocio, y la transformación de sistemas de producción y consumo más responsables y sostenibles. Esquema que articula diferentes Ministerios a nivel nacional y que se espera facilite el desarrollo de nuevos modelos de aprovechamiento y reutilización de residuos, lo cual representa, entre otras cosas, una oportunidad para el reto que enfrenta la industria de plástico en el país.