Previdência para uma aposentadoria confortável

El riesgo de la longevidad: vivir más tiempo y el aumento de la carga del retiro

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Visión General

Los centenarios, aquellos individuos que alcanzan los 100 años de edad o más, solían aparecer en los titulares. Vivir hasta los 100 años solía ser algo raro, pero  investigaciones recientes  sugieren que es probable que el crecimiento de la población centenaria del mundo se acelere. Tales patrones demográficos cambiantes están alterando significativamente la forma en que los gobiernos y el sector privado pronostican el gasto en atención médica y rinden cuentas de sus gastos por pensiones futuras. Cuando se toma en cuenta que los programas de seguridad social, como los programas de Medicare y Seguridad Social en EUA, fueron diseñados para comenzar a cuidar a personas de alrededor de 65 años de edad, la esperanza de vida, que es cada vez mayor en todo el mundo, ya está causando tensión. Con una brecha de retiro, la diferencia entre las obligaciones relativas a los fondos de pensiones y los activos disponibles para cumplir dichas obligaciones es de aproximadamente $1 billón USD  y el riesgo de longevidad continúa aumentando la brecha.

Dichas dinámicas tienen implicaciones de largo alcance para la planificación de pensiones (especialmente para los patrones). Roselyn Feinsod, socia principal y líder de gestión regional de EUA en el área de Retiro de Aon, señala: “las organizaciones están gestionando sus obligaciones de pensión y retiro, a la vez que ayudan a sus empleados, que ahora son, en gran medida, los propietarios de la carga que implica el ahorro para el retiro, a planificar el futuro”.

Aun así, cuando las oscilaciones, incluso moderadas, en la esperanza de vida pueden traducirse en nuevas obligaciones que resultan en miles de millones de dólares, los gobiernos y las empresas están ansiosos por comprender cómo salvaguardar sus pensiones y garantizar que tengan fondos suficientes para cumplir con sus obligaciones.


EN PROFUNDIDAD

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, las tasas mundiales de la esperanza de vida al nacer han estado aumentando a un ritmo constante durante décadas. En general, las tasas han aumentado de un 66.5 en 2000 a un 72.0 en 2016, el año más reciente del que se tiene información disponible.

Los países africanos han experimentado el mayor aumento en ese período de tiempo, ganando 10.4 años (50.8 a 61.2), en comparación con la región del Mediterráneo Oriental que registró la menor cantidad de aumento, con solo 3.6 años (65.5 a 69.1). En China, la esperanza de vida a partir de 2015 es de 76.2, por encima de 72.1 en el año 2000, colocándose entre los primeros tres países en todo el mundo.

En muchos mercados, los aumentos en la esperanza de vida se ven agravados por la disminución de los segmentos de población más jóvenes. Japón, por ejemplo, está experimentando los índices de natalidad más bajos de todos los tiempos. EUA y Alemania tienen tasas de nacimientos por mujer de 1.88 y 1.50, respectivamente, mientras que la tasa de China es de 1.57. Esta combinación ha dejado a algunos países sin un grupo suficiente de jóvenes para ingresar a la fuerza laboral y contribuir a los programas de pensiones. Para el año 2050, China tendrá solo 1.3 trabajadores por cada persona retirada en comparación con los 2.8 actuales.

Aunque estas trayectorias pueden parecer irreversibles, las experiencias de EUA y el Reino Unido demuestran que tan rápido pueden cambiar las cosas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en EUA descubrieron que EUA ha experimentado una ligera disminución en la esperanza de vida en los últimos dos años, disminuyendo de 78.9 en 2014 a 78.6 en 2016. Algunos observadores, incluyendo los del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, culpan a las muertes relacionadas con sobredosis de opioides por el reciente declive.

De hecho, las “lesiones no intencionales”, que incluyen muertes relacionadas con drogas, se encuentran entre las tres principales causas de muerte y han aumentado de 40.5 muertes por cada 100,000 personas en 2014 a 47.4 en 2016, lo cual representa un incremento sin precedentes. Las enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas y la diabetes, también siguen siendo las principales causas de muerte en el país.

Mientras tanto, investigaciones provenientes del Reino Unido muestran una disminución similar en los últimos años. Aun así, es demasiado pronto para saber cuáles son las implicaciones a largo plazo y si otros países podrían enfrentar una desaceleración similar en la esperanza de vida.

EFECTOS DE ESPERANZA DE VIDA MÁS ALTA EN EL RETIRO Y EN LAS PENSIONES

Los patrones demográficos también ejercen presión sobre los gobiernos para que gasten más en pensiones o modifiquen los beneficios. En Canadá, donde la esperanza de vida está en un máximo de 82.2 a partir de 2015, se espera que  la edad de retiro de 65 se mantenga estable. En los Países Bajos, donde la esperanza de vida es de 81.9 años (2.5 años más que hace una década), se prevé que la edad de retiro aumente de los 66 a los 67 años para 2022.

En Brasil, donde la esperanza de vida es de 75 años, la edad de retiro se ha mantenido en 55 años desde hace décadas. Las personas retiradas pueden esperar el 70 por ciento de su salario final por el resto de sus vidas, una cifra que representa alrededor de un tercio de todo el gasto gubernamental en el país. Sin embargo, dado que muchos observadores culpan en parte a este generoso sistema por las luchas económicas del país, se espera que Brasil haga un cambio para aumentar su edad mínima de retiro, por, a lo mucho, una década.

Las fluctuaciones y la incertidumbre en la esperanza de vida están alterando las previsiones sobre los planes de pensiones. Por ejemplo, cada año de incremento de la esperanza de vida podría aumentar las obligaciones de los planes de pensión en un tres o cuatro por ciento. Por lo tanto, es importante comprender las expectativas de longevidad de un año a otro, ya que estas previsiones permiten a las organizaciones proyectar con precisión la totalidad de sus pasivos y tomar decisiones informadas sobre el financiamiento.

RESPUESTA A LOS RIESGOS DE LA LONGEVIDAD

Los planes públicos de pensiones representan una porción significativa del gasto gubernamental, 15 por ciento o más en algunos países. Tradicionalmente, estos programas se han estructurado como un beneficio definido (donde los empleados tienen garantizado un cierto nivel de ingresos cada año después de su retiro) en lugar de una contribución definida, como un plan 401 (k), en el que los empleados determinan el monto que pagan para su fondo para el retiro.

A medida que la demografía y la esperanza de vida han cambiado, el gasto público en pensiones ha representado un porcentaje mayor del PIB.

Los planes tradicionales constituyen la gran mayoría de los planes de pensiones públicos. En EUA, por ejemplo, el 84 por ciento de los gobiernos locales todavía ofrecen estos planes. Esta estructura ha sido un factor que contribuye en los crecientes costos de las pensiones para muchos países. Por ejemplo, la carga anual de pensiones de Brasil es de aproximadamente $ 210 mil millones USD, lo que equivale al 12 por ciento de su PIB. Después de que la administración actual comenzara a tomar medidas para aumentar la edad de retiro, la protesta pública hizo que se retrocediera, probablemente dejando el tema para la próxima administración.

Por el contrario, las organizaciones del sector privado han hecho una transición gradual a programas de contribuciones definidas, especialmente dado que es menos probable que los empleados pasen toda su carrera profesional en una empresa. Solo cuatro por ciento de las organizaciones del sector privado de EUA, todavía ofrecen planes de pensión de beneficios definidos, lo cual representa una caída significativa del 60 por ciento desde hace 35 años. Aproximadamente el 14 por ciento de las compañías ofrece una combinación de ambos tipos de planes. Los costos de pensiones más altos de lo esperado y los menores rendimientos de inversión debido a la variabilidad del mercado han inspirado a algunas empresas a deshacerse por completo de sus pasivos de pensiones, ofreciendo a los afiliados pagos únicos. Otras organizaciones, están transfiriendo sus pasivos a una aseguradora con la compra de un plan vitalicio asegurada y explorando cómo pagar los pasivos restantes por concepto de pensiones.

Feinsod explica, además, que la transición del beneficio definido a los planes de contribución definida ha cambiado la “carga” del retiro. “Estamos viendo que las personas que necesitan hacer que sus ahorros duren más, también enfrentan mayores costos de atención médica”.

LAS PENSIONES NO SON LA ÚNICA PREOCUPACIÓN: ABORDAR LAS PREOCUPACIONES DE ATENCIÓN MÉDICA

Si bien los pasivos por pensiones no financiados han sido el tema de titulares importantes y ha desatado debates polémicos sobre las expectativas de los sectores público y privado, el aumento de la longevidad también tiene graves repercusiones para el gasto en atención médica.

Rob Reiskytl, socio y consultor de retiro actuarial de Aon, explica: “Si miramos a EUA, las tendencias muestran que el gasto en beneficios para el retiro está disminuyendo, mientras que, al mismo tiempo, el gasto en atención médica va en aumento”. Los estudios muestran, por ejemplo, que se espera que los empleados en EUA necesiten, en promedio, 11 veces su salario final para el retiro a los 65 años, y se espera que al menos un cuarto de esos fondos sean necesarios para cubrir los costos de atención médica. Como los patrones gastan menos en su retiro, Reiskytl subraya aún más la responsabilidad a la que actualmente se enfrenta el individuo: “se les pide a los empleados que compensen el déficit”.

El diálogo se ha centrado en el costo general de los programas de salud, el aumento de las afecciones crónicas en todo el mundo y las iniciativas para crear conciencia y brindar a los individuos las herramientas para buscar su salud y bienestar. Feinsod refuerza la conexión: “El bienestar no está aislado en una sola área; es un estado general de equilibrio que consiste en tener los recursos adecuados, incluyendo los recursos financieros para alcanzar una salud óptima”. En unos pocos años, el 75 por ciento de las empresas multinacionales esperan tener una estrategia global de bienestar, frente al 34 por ciento actual.

A medida que la conexión entre la salud y la riqueza se hace más evidente, las empresas se centran en ayudar a los empleados con todos los aspectos de su bienestar, probablemente con un mayor enfoque en el bienestar financiero, incluyendo tanto ahorros para el retiro a largo plazo como inversiones en salud personal a corto plazo.