Aerial top view gardener collecting chinese cabbage in vegetable garden groove, Asia thailand

El cambio climático desafía a la industria alimentaria, agrícola y de bebidas

Diríjase a la sección

Marzo 29 de 2023


PANORAMA GENERAL

A medida que las temperaturas continúan incrementándose y los desastres naturales crecen en frecuencia y gravedad, las empresas de todo el mundo están buscando nuevas formas de adaptarse al cambio climático. Para la industria alimentaria, agrícola y de bebidas, encontrar soluciones a las presiones ambientales es una tarea compleja y urgente.

Los productores de alimentos están buscando formas de dirigir un negocio sostenible y eficiente que satisfaga las necesidades de la creciente población del planeta. “Muchas de nuestras instalaciones de elaboración y procesamiento de alimentos están situadas en zonas sensibles al clima”, explica Paulo Vitor Rodrigues, Regional Director of Food & Agribusiness for Latin America en Aon, y añade que estas instalaciones también se enfrentan al riesgo de olas de calor, huracanes u otras catástrofes naturales.

En medio de las crecientes amenazas climáticas, la industria también necesita equilibrar la protección de sus trabajadores y las operaciones diarias, así como acrecentar sus procesos para mantenerse al día con la demanda. El número de personas que experimentan inseguridad alimentaria está aumentando rápidamente, pasando de 135 millones en junio de 2020 a 345 millones en junio de 2022.

A PROFUNDIDAD

El cambio climático plantea desafíos a todos los niveles de la industria alimentaria, agrícola y de bebidas. Los empleados que viven en áreas afectadas por el cambio climático pueden ser incapaces de trasladarse a su trabajo, o incluso perder sus hogares o vidas en una catástrofe natural importante. En caso de crisis climática, las cadenas mundiales de suministro de alimentos pueden volverse inestables, especialmente cuando se ven agravadas por restricciones comerciales o conflictos internacionales. Para que los líderes empresariales respondan a estas crisis, deben comprender mejor los riesgos climáticos y cómo sortearlos.

Las decisiones relacionadas con el cambio climático también conllevan un elemento de riesgo comercial debido a la inacción o la mala planificación que puede resultar en grandes pérdidas financieras. Algunas estimaciones indican que las empresas de esta industria podrían incurrir en unos $150 mil millones en pérdidas de inversiones si no adoptan prácticas amigables con el clima para 2030. “No hay mucho tiempo para pensar en esto porque todo esto está sucediendo muy, muy rápido, y es fundamental que haya una transición climática oportuna”, afirma Rodrigues.

Producción de alimentos bajo presión

Los agricultores de todo el mundo son particularmente vulnerables al cambio climático. Los cambios convenientes y sostenibles en las metodologías de producción podrían ayudar a la industria alimentaria, agrícola y de bebidas a mantenerse al día.

Instituir prácticas amigables con el clima al comienzo de la cadena de suministro y explorar nuevas asociaciones será fundamental a medida que la industria innove frente a las amenazas climáticas. El cambio comienza a nivel de cultivo y producción agrícola, pero muchos agricultores carecen de los recursos financieros para adoptar nuevas prácticas.

El especialista de Aon sostiene que las asociaciones estratégicas podrían ayudar a incentivar la sostenibilidad. “Estamos trabajando con las partes interesadas para permitir un cambio en las prácticas de producción o invertir en diferentes tecnologías y prácticas para ayudar a reducir sus emisiones”, explica Rodrigues, destacando que el apoyo del gobierno también podría ayudar a los agricultores con fondos en momentos críticos.

Decisiones impulsadas por datos

Los datos pueden proporcionar información valiosa sobre formas de construir procesos más sostenibles en la producción de alimentos. “Considere una planta que procesa lácteos”, dice Rodrigues. “En el momento en que la leche llega a la planta, la están midiendo. Tienen sistemas operativos, de calidad y comerciales establecidos durante todo el proceso de producción y ventas. Tienen un gran volumen de datos sobre el tipo y la calidad de los productos que están fabricando”.

Sobre la base de estos datos de los proveedores de alimentos y las empresas también se podría generar mejores decisiones y un modelado más preciso. “La mentalidad de las aseguradoras necesita cambiar de grandes bancos de datos históricos que se validan, verifican y modelan de cierta manera a modelos predictivos centrados en el futuro, basados en escenarios que, por su propia naturaleza, tienen un nivel de previsión”, dice Rodrigues. “¿Hay alguna manera de que podamos utilizar esos datos de la empresa, combinarlos con datos propios y de código abierto, y usarlos para informar sobre el riesgo? Eso es algo que queremos explorar”.

Protección de un recurso crucial

Una de las consecuencias del cambio climático, la escasez de agua también está afectando a la industria, incluida la cadena de suministro. “El agua es probablemente una de las áreas que menos se aborda, sostiene Rodrigues, mientras que la atención de los medios se centra principalmente en las emisiones”. El agua potable, indispensable para el riego, el mantenimiento del suministro de alimentos y la reducción de la inseguridad alimentaria en las zonas cultivadas, puede ser cada vez más escasa. “La escasez de agua producirá varios efectos negativos en la producción de alimentos desde el punto de vista del suministro, la calidad y la seguridad”, añade el experto de Aon.

La gestión de los recursos es parte del desafío de mantener un suministro adecuado de agua. Para la FAO, América Latina y el Caribe están bien dotados de recursos hídricos. Posee el 15% del territorio global, el 10% de la población mundial y reciben el 29% de las precipitaciones del planeta. Sin embargo, la distribución espacial y temporal es desigual; los lugares más áridos y más húmedos del planeta se encuentran en la región, por lo tanto, la disponibilidad de agua para sus diferentes usos puede variar considerablemente entre países, y dentro de distintas áreas en un mismo país.

En las tres últimas décadas la extracción de agua en esta zona del mundo se ha duplicado a un ritmo muy superior al promedio mundial. El sector agrícola y, especialmente, la agricultura de riego utiliza la mayoría del agua, con un 70% de las extracciones. Le sigue la extracción para el uso doméstico con un 20% y la industria con un 10%. Vale destacar en esta sección que el suelo es un excelente reservorio de humedad, lo que reafirma la conveniencia de manejar integralmente suelo y agua.

De hecho, la Cepal indica que 161 millones de personas (1 de cada 4), no tienen acceso adecuado a agua potable y 431 millones (7 de cada 10), a saneamiento manejado de manera segura. Para ambos casos, aunque con diferencias significativas entre países, las carencias se asocian con problemas de acceso, de asequibilidad, es decir, a una dificultad de pago o a la ausencia de infraestructura.

Una industria explora soluciones

En medio de las crisis climáticas, la industria de alimentos, agricultura y bebidas puede encontrar esperanza en el planteamiento estratégico para la sostenibilidad. Las innovaciones en ciencia y tecnología pueden ayudar a las empresas a encontrar nuevas soluciones respetuosas con el medio ambiente. Algunas empresas están creando mezclas de piensos para el ganado que reducen en menores emisiones de carbono. Otros están desarrollando asociaciones en toda la cadena de suministro, con colaboraciones que generan cambios en las fases de agricultura, procesamiento y venta al por menor.

Las nuevas soluciones empresariales, las fuentes de capital y los seguros también podrían ayudar a gestionar el riesgo climático en la industria alimentaria, agrícola y de bebidas. Rodrigues asegura que las garantías, los avales y el uso de datos de la industria del sector privado podrían ayudar a las empresas a escalar cambios sostenibles con rapidez. Rodrigues añade que ayudar a las empresas a acceder rápidamente al capital en caso de catástrofe climática podría ayudar a los empleados y a las comunidades afectadas a reconstruir y crear un impacto social positivo.

Un enfoque unificado del cambio climático

Para enfrentar los riesgos y desafíos de la crisis climática, la industria debe abrazar el cambio y trabajar en todos los niveles de la empresa, la producción y la cadena de suministro. “Creo que la opinión general en el sector es que es necesario ampliar las soluciones existentes, aprovechar el poder de la tecnología e innovar para hacer frente al déficit de protección”, concluye Rodrigues. “Y todo eso debe hacerse en colaboración”.