Criptomonedas, un jugador más del mercado financiero

Diríjase a la sección

VISIÓN GENERAL

La existencia de más de 1000 tipos de criptomonedas en el mundo, y la certeza de que seguirán creciendo, tanto en número como en popularidad, es muestra de su auge y su entrada activa en el mercado financiero internacional.

Con el paso del tiempo, estas “monedas virtuales” han ido adquiriendo mayor fuerza vinculante en la medida en que se han hecho parte activa de portafolios soportados por entidades que den credibilidad al contenido crediticio de la moneda. Situación que ha empezado a tener lugar, con casos como el de Black Rock o Goldman Sachs, quienes han buscado adicionar a su portafolio actual soluciones basadas en Bitcoins.

“Este tipo de entidades financieras periféricas, altamente especializadas, ya empezaron a construir fondos en los que los activos en los que invierten son o incluyen criptomonedas. No pasará mucho tiempo para que esto empiece a permear a otras entidades tradicionales, tales como bancos y fondos de pensiones”, explica Sergio Torres Bustamante, vicepresidente de Líneas Financieras de Aon Colombia.

Sin embargo, aún quedan algunas preguntas frente al proceso de expansión del uso de las monedas en especial en lo que se refiere a qué tan preparado está el mercado tradicional para acogerlas.


EN PROFUNDIDAD

En Latinoamérica entre noviembre de 2016 y octubre de 2017 el uso de estas criptomonedas comenzó a tener mayor auge; evidenciándose incluso en la instalación de cajeros automáticos de Bitcoin en diferentes ciudades en México, Argentina y Colombia.

Sin embargo, la extensión en su uso implica grandes retos para las empresas y en mayor escala para los estados, al ser un método de pago exento del control político, por su naturaleza misma.

“Las criptomonedas pueden ser creadas por individuos, fuera de los controles legales que puede llegar a tener una moneda respaldada por un Banco Central, eliminando incluso el control político que los emisores pueden aplicar en virtud de las políticas monetarias que dichos bancos están siguiendo” señala Sebastián Quiceno, gerente comercial, especialista en Instituciones financieras de Aon Colombia.

Así, “La adquisición de una criptomoneda en la actualidad implica tranzar un activo cuyo valor subyacente no está ligado a indicadores macroeconómicos del país emisor, haciéndose ajeno a las fuerzas de mercado tradicionales.” Agrega Sergio Torres Bustamante, vicepresidente de Líneas Financieras de Aon Colombia.

De hecho, el punto de equilibrio en el valor de las criptomonedas aún no ha sido alcanzado, y según los expertos en materia financiera, esto solo tendrá lugar en la medida en que más países acepten o prohíban su desarrollo, lo cual implica a su vez, en consonancia con su razón de ser, que las fuerzas del mercado, ajenas a fines políticos, sean quienes terminen por regularla.

¿Por qué el mercado tradicional acoge el uso de criptomonedas?

Las criptomonedas responden a la necesidad de tener una unidad representativa de valor descentralizada, capaz de existir fuera del sistema financiero tradicional, más específicamente, con un funcionamiento similar a las bolsas de valores, en las cuales las fuerzas del mercado de la oferta y la demanda son las que permanentemente determinan el valor a tranzar.

Entre sus principales beneficios están:

  • Tendencia hacia la desmonetización: Aunque un poco más disruptivas, las criptomonedas, al igual que las tarjetas de crédito, hacen parte de los métodos de pago para la ejecución de transacciones digitales, que buscan sustituir el uso del papel moneda en los mercados tradicionales. Las razones son variadas, e incluso paradójicas, al considerarse en algunos casos, como una herramienta para combatir las actividades paralelas o del “mercado negro”.
  • Rentabilidad asociada: Su alta rentabilidad, que es proporcional a sus riesgos, también es considerada uno de sus beneficios.

“Los activos o inversiones con altas rentabilidades suelen atraer a muchos, por lo que es de esperar que las criptomonedas sean foco de atención, incluso para entidades vigiladas como las del sector financiero; aunque estas últimas tendrán que hacerlo bajo modelos de supervisión muy estrictos”, explica Torres Bustamante.

  • Su carácter descentralizado y no regulado: Otra de sus ventajas está asociada precisamente con la razón por la que surgieron, es decir el hecho de que están por fuera del control de políticas monetarias y decisiones de política.

Al respecto, Torres explica que su mayor ventaja es también su mayor riesgo: el hecho de no estar reguladas. “Y al no estarlo, se puede hacer con ella cualquier tipo de transacción que se quiera o necesite”.

 Lo que hoy es la mayor virtud de la criptomoneda, es también su mayor riesgo 

“Además de los beneficios y expectativas que estas monedas despiertan, aparecen los riesgos asociados a su expansión”, explica Quiceno.

Uno de los principales retos y a su vez amenaza al factor diferenciador de su naturaleza actual, es contar con un órgano de supervisión o vigilancia que le dé un marco legal y logre integrar sus riesgos y los retos con la política social, sin dejar de lado el entorno tributario del país.

“En el caso de Colombia, a pesar que la Superintendencia Financiera se encuentra buscando la forma más apropiada de regular las criptomonedas, no puede hacerlo de forma independiente, pues debe ser parte de toda una política monetaria”, explica Quiceno Trujillo.

Por otro lado, al ser las criptomonedas  en últimas un registro electrónico transable, están sujetas a pérdida expuestas a riesgos no contemplados en las pólizas tradicionales.

“Recordemos que los riesgos con las criptomonedas no se atan exclusivamente a los riesgos asociados a la volatilidad de la moneda sin control, sino también a las pérdidas o robos de las mismas”, explica Torres Bustamante.

Agregando que, “La ausencia de regulación y control por parte de supervisores locales o globales, hace que una pérdida parcial o total de dichos activos difícilmente sea asumida por algún mecanismo de transferencia de riesgo como pólizas seguros, seguros de depósito e incluso sin la posibilidad de denuncio”.

¿Qué pasará? 

A pesar del creciente auge de las criptomonedas y su expansión acelerada, aún el mercado tradicional tiene muchos retos por delante para lograr acogerlas apropiadamente con un mínimo riesgo asumido por sus usuarios.

“Sobre el entendido de lo que compone este tipo de moneda, el mercado asegurador apenas empieza a revisar las opciones más apropiadas para los riesgos derivados de su administración, llevando consigo a estudiar estructuras que complementan o bien superan las tradicionales pólizas bancarias.” señala Torres Bustamante.

Así,  la naturaleza misma de este nuevo jugador supone nuevas reglas,  llevando a los diferentes miembros del mercado tradicional a reinventarse y buscar nuevas y mejores opciones que faciliten su adecuada adaptación.