¿Cómo están cambiando las emisiones de bonos catastróficos el panorama de inversión alternativa?

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VISIÓN GENERAL

En el 2017, el mundo fue sacudido por una serie de catástrofes naturales, como huracanes en Norteamérica, un terremoto en México e incendios incontrolados en el occidente de Estados Unidos y Australia. Una clase de activos que pudo haber sufrido más golpes por estos eventos – bonos catastróficos – no mostró ninguna señal de perder su atractivo.

De hecho, en el 2017 se emitió un número récord de bonos catastróficos – por un valor de más de $10.000 millones. En el 2018, este impulso continúa; en Febrero, el Banco Mundial patrocinó un bono catastrófico por terremoto sin precedentes de $1.400 millones que ofrece protección a sus miembros de la Alianza del Pacífico y apoya el desarrollo en países emergentes.

Los bonos catastróficos, también conocidos como bonos “cat”, son un tipo de valores relacionados con seguros que transfieren riesgos, como desastres naturales, de un emisor de bonos a inversionistas. Los últimos aceptan el riesgo de una catástrofe – y la pérdida potencial de capital (el dinero que invirtieron inicialmente) – a cambio de una tasa de retorno atractiva. Los emisores como compañías de seguro y reaseguro crearon esta clase alternativa de activo de inversión en 1990 luego de las pérdidas sufridas por el Huracán Andrew y el terremoto de Northridge, California.

“El año pasado fue un año récord para este sector”, dijo Paul Schultz, director ejecutivo de Aon Securities, que es responsable por la titularización del riesgo de catástrofes y su distribución a los inversionistas. “Este año esperaríamos niveles comparables al año pasado y con suerte mayores. Los inversionistas aún tienen un apetito muy fuerte por el riesgo de seguros”.

¿Qué le espera al mercado de ILS y a los bonos catastróficos en particular? Exploramos el estado de cosas, incluyendo la forma en que los bonos catastróficos califican como una clase alternativa de activos para inversionistas.


EN PROFUNDIDAD

Aon estima que el capital de reaseguros/seguros alternativo, del cual hacen parte los bonos catastróficos, alcanzó aproximadamente $90.000 millones en el 2017, habiendo aumentado de $17.000 millones en el 2006. Los fondos de pensión comprenden del 60 al 70 por ciento del capital de ILS. Otros inversionistas son instituciones, como dotaciones, fondos mutuos e inversionistas de ingresos altos. El informe de Aon Securities indica que los fondos de pensión que invierten capital en las soluciones de ILS distribuyen entre el 1 y 4 por ciento de sus activos totales al sector.

Los fondos de pensión europeos fueron los primeros inversionistas, según Schultz. “Los fondos de pensión de Estados Unidos se han rezagado frente a otras regiones en la inversión en ILS. Lo que vemos es que Europa está bien representada; vemos que alguna parte del Pacífico está representada – por ejemplo, Australia y Nueva Zelanda. Así mismo, Canadá está presente. Pero por razones sobre las cuales solo podemos especular, Estados Unidos se queda atrás”. Una sugerencia es que los fondos de pensión de Estados Unidos están firmemente controlados por asesores de pensiones quienes inicialmente tardaron en aceptar este mercado más nuevo.

Los fondos sobre años de inversión y de forma más general, los grandes inversionistas institucionales como los fondos de pensión, han tomado grandes posiciones en las clases alternativas de activos de inversión. De acuerdo con la base de datos de Planes Públicos, los fondos de pensión duplicaron su distribución a alternativas del 9 por ciento en el 2005 al 24 por ciento en el 2015.

Respuestas a los desastres

En $353.000 millones, el 2017 fue el año más costoso para las aseguradoras por desastres climáticos. Bajo estas circunstancias, los inversionistas podrían esperar que el mercado para los bonos catastróficos sufriera. De hecho, luego de que los huracanes Harvey, Irma y María devastaran partes de Estados Unidos y el Caribe, hubo incertidumbre sobre la respuesta de los mercados de capitales.

Los desastres afectaron el precio de algunos bonos catastróficos y causaron pérdidas a otros, pero el mercado se recuperó rápidamente, cerrando varias transacciones de forma exitosa en los últimos meses del año. Esta muestra de resiliencia por parte de los bonos catastróficos ante varios eventos fue un indicador importante para los inversionistas.

Los márgenes de tasas de interés de los bonos catastróficos – la tasa de interés además de una tasa de mercado monetario de referencia – en los últimos dos trimestres del 2017 estuvieron entre el 3,75 y el 21 por ciento.

“El volumen de la emisión de bonos catastróficos visto en los primeros seis meses del 2017 – $8.500 millones – establece un nuevo récord anual. Eso fue antes de que los huracanes Harvey, Irma y María aparecieran”, dijo Schultz. “Yo diría que el nivel de catástrofes en el 2017 probablemente tendrá una influencia positiva a un mayor plazo sobre la cantidad de valores que se emiten en el mercado y nosotros podremos ver algunos de esos impactos en el 2018, pero probablemente es algo que afectará al mercado con el tiempo”.

Además, la posibilidad de aumentar las tasas de interés, que debería hacer que dichos otros activos, como las divisas y bonos, sean más atractivos, no debería aumentar la volatilidad en el mercado del ILS.

Lo que influencia el comportamiento en el sector es que los bonos catastróficos, de acuerdo con Schultz, son una “estrategia de activos sin correlación”. Sencillamente, los desastres naturales no ocurren de acuerdo a cuál podría ser la tasa de interés, indicó Schultz. “A un nivel fundamental, los fondos de pensión están invirtiendo en bonos cat ya que esta clase de activos tiene un nivel premium de retorno que no está correlacionado con las demás estrategias de activos. Como resultado, los inversionistas realmente están bajando su volatilidad de cartera general agregando el riesgo de seguros a esa mezcla”.

Innovación en bonos catastróficos

A inicios de 2018, una de las transacciones más interesantes involucró la negociación de bonos catastróficos por terremoto más grande de la historia, estructurada por Aon para el Banco Mundial. También es el segundo bono catastrófico más grande de la historia y la transferencia de riesgo soberano más grande en la historia de ILS. El Vicepresidente y Tesorero del Banco Mundial Arunma Oteh remarcó públicamente que el enfoque mostró la “capacidad única del Banco Mundial de juntar soberanos para una transacción de mercado que transfiere el riesgo y que ayudará a apoyar a los países cuando lo imprevisto ocurra”.

“Lo que es interesante no es solo el tamaño de la negociación – $1.400 millones – sino también que por primera vez los ingresos de la venta de bonos catastróficos no se mantuvieron en un fideicomiso para garantizar el contrato de reaseguros”, dijo Schultz. “Estos se reinvirtieron en los países locales que el Banco Mundial estaba apoyando – Chile, Colombia, México y Perú – en proyectos y programas sostenibles. Si estructuramos más transacciones de este tipo, es posible que podamos aumentar incrementalmente nuestra distribución en fondos verdes, lo que sería significativo desde una perspectiva de impacto social”.

Schultz agregó que espera que la transacción lleve a los demás gobiernos a desarrollar programas más resistentes de gestión de riesgo para sus exposiciones sin asegurar.

Evaluación del rendimiento financiero

A largo plazo, el ILS ha superado otras clases de activos, según Schultz. “Hemos revisado índices para valores respaldados por hipotecas, valores respaldados por activos, bonos del Tesoro de Estados Unidos, los S&P 500, el sector de alto rendimiento. Cuando usted ve su rendimiento histórico y la volatilidad de invertir en riesgos de seguro a comparación con estos activos, hay un caso convincente para una inversión continua en el sector.

“Así las cosas, los líderes de la industria tienen confianza en que el mercado de ILS va a crecer. De acuerdo con las más recientes predicciones de los investigadores de la Universidad del Estado de Colorado, se espera que el 2018 sea un año por encima del promedio en términos de actividad de huracanes. Esto no ha disuadido a los inversionistas, quienes hasta el momento han demostrado un compromiso con los bonos catastróficos en la búsqueda de retornos a largo plazo”, agregó.

ILS e inversiones alternativas

Aunque una gran variedad de inversionistas se han visto atraídos por los ILS, los fondos soberanos de inversión no han sido uno de ellos.

“Lo que yo diría es que hay gran evidencia que muestra que el interés en la inversión alternativa está aumentando, ciertamente dentro de los fondos de pensión pero también entre los inversionistas institucionales en general”, dijo Schultz. “Estos últimos proveedores de capital están redistribuyendo los fondos de forma continua de inversiones tradicionales a alternativas ya que cada vez están más cómodos con las nuevas clases de activos. El ILS tiene su propio perfil de riesgo y en algún punto este flujo de capital caerá, pero creemos que aún hay espacio para el crecimiento”.

La emisión de bonos catastróficos en el 2018 está prevista para estar en $9.000 millones o más, justo por debajo del nivel de 2017 pero aún es representativo del aumento a un plazo más largo en el interés en la clase de activos.

El aumento de bonos catastróficos refleja una tendencia más amplia en el mercado, ya que los inversionistas han buscado abordar la incertidumbre en las secuelas de la crisis financiera de hace una década. La búsqueda continua de estrategias adicionales de diversificación probablemente hará de los bonos catastróficos un nombre mucho más conocido en los próximos años.

Otras lecturas

El Banco Mundial emite un récord de $ 1.400 millones en bonos para catástrofes – Financial Times, 7 de febrero de 2018

Emisión e innovación del mercado ILS para continuar en 2018: Appleby – Seeking Alpha, 25 de enero de 2018

Desastres meteorológicos y climáticos de miles de millones de dólares: descripción general – Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, abril de 2018

Análisis – Los administradores de bonos de catástrofe golpeados por el huracán planean nuevos fondos – CNBC, 19 de diciembre de 2017

Seguros vinculados a seguros: alternativas de capital rompe nuevos límites – Aon, septiembre de 2017