Conveyer belt process with food related items being destroyed due to giant viruses

Cómo la pandemia de COVID-19 ejerce presión sobre la cadena de suministro de alimentos

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Julio 16 , 2020


VISIÓN GENERAL

A medida que la nueva pandemia de coronavirus (COVID-19) ha transformado la forma en que vivimos y trabajamos, uno de los impactos más inmediatos y críticos ha sido su efecto en el suministro de alimentos.

Las imágenes en las noticias de los estantes vacíos en los supermercados y los agricultores tirando sus productos porque se les echan a perder, evidencian la interrupción que el COVID-19 ha causado en esta cadena.

Al inicio del confinamiento, los consumidores que se preparaban para refugiarse, compraron alimentos básicos como pasta y arroz en volúmenes extraordinarios. La harina y la levadura fueron repentinamente escasas a medida que la repostería casera se hizo popular; los minoristas están teniendo ventas récord como resultado.

Autoservicios en países como Argentina, Chile y Colombia pidieron mesura a los consumidores para no generar compras de pánico, a la vez que aseguraron estar tomando las medidas a su alcance para cumplir con la creciente demanda.

Al mismo tiempo, 26 países de América Latina y el Caribe expresaron el compromiso de coordinar el abastecimiento de alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para los 620 millones de habitantes de la región durante la pandemia de COVID-19, ya que, aunque en la actualidad los mercados de la región cuentan con suficientes alimentos, si la pandemia se extiende en el tiempo las cadenas de abastecimiento de alimentos van a estar sometidas a mayor presión.

En este sentido, la Oficina Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), asegura que si todos los países se esfuerzan en mantener funcionando las cadenas locales, nacionales, regionales y globales de abastecimiento, se podrán asegurar los alimentos de forma sostenible para toda la población.

“Los estados han tenido que entrar a lidiar no solo con el desafío sanitario que supone la pandemia, sino que a garantizar y proteger la cadena logística en una aparente externalidad que en algunos casos se convirtió en parte central de las estrategias de confinamiento, llegando incluso a la distribución directa de alimentos a la población más vulnerable” explica Víctor Padilla, Chief Broker Officer de Aon Chile, líder de la especialidad de Maine y Supply Chain para Aon en América Latina.

 


EN PROFUNDIDAD

La industria alimentaria se enfrenta, como muchas otras, a uno de las mayores retos en los tiempos recientes a causa de la pandemia de COVID-19, que además de afectar a las cadenas de suministros, causará un cambio radical tanto en los hábitos alimentarios y de consumo, como en la forma en qué los productos llegan a los consumidores.

En América Latina, la pandemia puede llevar a un incremento del hambre y la pobreza en los países de la región, por lo que los actores de la industria están obligados a mantener la cadena de suministro y garantizar el flujo de materias primas para la producción de estos productos de primera necesidad.

Por ahora, satisfacer la demanda en el corto plazo no representó un problema para la mayoría de las empresas productoras. En el caso de Colombia, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) y la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), afirmaron que el país cuenta con la capacidad de abastecer las necesidades de los nacionales.

Otros países de la región como Chile, han emitido mensajes similares sin embargo, queda en duda si la duración del impacto del brote afectará tanto en los procesos como en la capacidad que tendrán las compañías para responder a una alta demanda constante.

En México por ejemplo, el paro de las plantas cerveceras no solo ha generado un problema de desabastecimiento y alza en los precios del producto en algunas partes del país, sino que también podría provocar que deje de ser una potencia exportadora.

 

CAMBIO EN LOS HÁBITOS DE COMPRA

 

Los hábitos de compra han cambiado alrededor del mundo de manera drástica a raíz de la pandemia, con un importante aumento en las compras de despensa. En América Latina, el 50 por ciento de los hogares brasileños, mexicanos y colombianos, dicen que tienen un amplio inventario de productos para al menos tres semanas.

Adicionalmente, en el estudio Impacto de COVID-19 en los consumidores, reporta que los consumidores se están abasteciendo más en algunas categorías de alimentos, como salsas y condimentos (45%), alimentos listos para comer (42%) y productos con fechas de vencimiento más extensas, por ejemplo, alimentos enlatados (33%).

“Como una gran parte de los hábitos de consumo desarrollados durante la pandemia, es muy probable que muchas de las conductas de consumo se traducirán en comportamientos permanentes trasladados a la nueva normalidad; sea porque estos ajustes se adoptan como un cambio de preferencias o como una forma de enfrentar eficientemente una realidad económica plagada de incertidumbres.”, detalla Padilla. “Lo anterior no solo tiene un impacto natural en el qué se consume sino también en el cómo se consume”.

Agegando que “En ese contexto, por ejemplo, cabe señalar que el comercio físico se ha visto seriamente afectado debido al aislamiento obligatorio, lo cual ha llevado a un mayor uso del comercio electrónico”.

En Sudamérica, la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (Cace) señaló, que 2020 el sector comercial reflejará una proporción de dos dígitos debido a la digitalización forzada por la situación de aislamiento. En Brasil, el volumen de compras hechas en línea tuvo un crecimiento del 32,6% solo en el primer trimestre del año.

Según un estudio de Trend Watching, después del coronavirus se vendrán grandes cambios enfocados a servicios y productos tecnológicos, en comercio se habla de shopstreaming, una evolución del e-commerce que incluye interacción en tiempo real con el cliente a través de plataformas de streaming. Así mismo, hay una tendencia a incluir la inteligencia artificial en el comercio.

 

DESAFÍOS EN EL TRANSPORTE

 

El sector del transporte marítimo está sintiendo de frente las consecuencias de la pandemia, la cual complica el movimiento de mercancías e incluso despertó el temor a una escasez de productos, ya que leste medio de transporte representa un eslabón esencial en la cadena de suministro de muchos productos cotidianos vendidos en los supermercados. 

El transporte por carretera es también parte del proceso clave para poder encontrar los productos en los supermercados y tiendas online. Conscientes de esto, los gobiernos han exceptuado al transporte de carga de la prohibición a la circulación, implementada como parte de las políticas de confinamiento. Pero en las últimas semanas, se ha reportado la situación precaria que muchos de los transportistas deben enfrentar como falta de área de descanso y aseo por el cierre de gasolineras, hoteles y restaurantes.

Además, las empresas del sector también atraviesan por una delicada situación financiera por el descenso de la actividad económica. Por ejemplo, asociaciones del sector en Brasil muestra que la demanda de transporte de carga consolidada se ha reducido en 40%. La liquidez y la ruptura de cadena de pagos, también se ha convertido en una preocupación. Siete de cada 10 transportistas encuestados ya enfrentan severos problemas de caja y 53% solo posee recursos para un mes de operación.

“Lo anterior además y finalmente, ha supuesto un desafío adicional, que es el de acortar las cadenas de suministro acercando lo más posible el almacenamiento intermedio de mercancías al consumidor final”, dice Padilla.

“Esto ha significado adaptar ubicaciones y logística de tal forma que se asegure el abastecimeinto de las estanterías, en forma permanente, , con el beneficio que significa esto en términos de mantener el flujo de caja del distribuidor final (lo que de una u otra forma mantiene la cadena completa)”, recalca.

 

OPORTUNIDADES Y APRENDIZAJES

 

Las interrupciones en la cadena de suministro de alimentos causadas por la pandemia de COVID-19 han hecho visibles las deficiencias y las oportunidades de mejora.

Ciertos roles en la cadena de suministro de alimentos han ganado reconocimiento por la participación vital que desempeñan ante el alto riesgo de virus como los trabajadores de supermercados y de procesamiento de alimentos, camioneros y trabajadores agrícolas, entre otros.

“Con o sin un virus activo circulando por las calles y avenidas de nuestros países, pareciera ser que algo del mundo de hoy cambio nuestra percepción del mañana. El consumidor cambió, el proveedor cambió y la visión del estado respecto de este tema cambió”, afirma Padilla.

“Qué tanto de lo anterior se traduce en hábitos permanentes, es la gran cuestión y desafío de la cadena, lo que probó ser el gran reto de paradigmas que parecían escritos en piedra en esto contexto”, dice. “La palabra clave que la pandemia trajo consigo respecto de la cadena es la flexibilidad, término que puede significar una gran oportunidad o una gran amenaza para los operadores del sistema”, concluye.

El  COVID-19 también ha aportado lecciones, y entre las áreas a cambiar se encuentran algunas de las formas en que obtenemos y consumimos alimentos y cómo la industria alimentaria nos los proporciona. Las decisiones que los líderes toman hoy para abordar las interrupciones de la pandemia servirán como catalizadores para mejorar la cadena de suministro de alimentos en el futuro.