9 Factores de Riesgo en el Sector de la Infraestructura de Colombia para el 2018

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Visión General

Dado el impacto que tienen la infraestructura y la logística en la productividad y competitividad de una nación, su relevancia para los gobiernos es creciente, al igual que el desarrollo de planes para atraer la inversión privada extranjera que permita el cumplimiento de ambiciosas metas en materia de desarrollo.

Entendiendo la infraestructura como el conjunto de obras requeridas para el desarrollo de una nación y la mejorara de los servicios y el bienestar de sus ciudadanos, Colombia, al igual que otros países de la región, tiene un gran potencial, que deberá ser aprovechado para el logro de la Visión 2032 que persigue el país.

De hecho, según el Ranking Infrascopio 2017, Colombia ocupa junto a Chile el primer lugar en capacidades para la atracción de inversión extranjera bajo la figura de Asociaciones Público-Privada (APP). Seguidos por Brasil, Jamaica y Perú.

En el ranking mencionado, factores como transparencia, rendición de cuentas, financiación, entorno regulatorio, medio ambiente, e incluso la habilitación de instrumentos financieros, son tenidos en cuenta para determinar la favorabilidad del entorno para la ejecución de proyectos de inversión.

Así, con el fin de lograr generar un marco confiable para atraer la inversión extranjera, es labor del mercado asegurador nacional y global estructurar esquemas rentables y eficientes para este tipo de proyectos y así generar valor para el mismo. “Si bien los riesgos están identificados, es clave la forma en que se van a medir porque eso le apunta directamente a la rentabilidad del proyecto”, señala.


En Profundidad

El año anterior la inversión pública en el sector de la infraestructura en Colombia ascendió a los $61 billones, destinados mayoritariamente a obras 4G, entre las que se destacaron proyectos para la construcción y mejoras de vías para la equidad, aeropuertos, puertos y vías de ferrocarril, de acuerdo con el diario Portafolio.

Según otro artículo de Portafolio, mediante la Resolución 395 se adopta el plan estratégico y el plan de acción de la ANI para la vigencia 2018. En éste, fueron aprobados 9 billones de pesos para la ejecución de múltiples obras de infraestructura a lo largo del país, que serán distribuidos en 8 billones para “el modo carretero, 0.55 para aeropuertos, 0.28 para puertos y 0.24 para vías férreas.” Convirtiéndose de este modo, el 2018 como el año con “mayor acumulado en ejecución de inversión privada” con un total de 23 billones de pesos, contados desde 2015, total cuyo 10% equivale solamente a la inversión que se realizará en 2018.

Sin embargo, la inversión privada extranjera en proyectos de infraestructura depende de que existan las condiciones apropiadas y un entorno favorable para la ejecución y financiación requerida, lo cual implica una mitigación del riesgo o una transferencia apropiada del mismo.

Por la magnitud de estas obras y lo que representan son muchos y muy variados los factores de riesgo que potencialmente podrían afectar el normal desarrollo de los proyectos programados.

Los riesgos del sector de la construcción e infraestructura que se muestran en la Encuesta Global de Riesgos 2017, son transversales para la industria a nivel global y su priorización es determinada por la geografía de desarrollo del proyecto y factores propios dados por la idiosincrasia de cada país.

Como se aprecia, es posible encontrar una variación importante en los resultados de Colombia, comparados con el resultado global. Así lo afirma Paola Alzate, Vicepresidente de infraestructura de Aon: “En Colombia, factores como la geografía, el riego ambiental y comunidades aledañas, hacen que el ranking de factores de riesgo cambie notablemente vs el resultado global”.

De este modo, fallas en los proyectos, liquidez o flujo de caja y cambios regulatorios son los principales factores de riesgo de la infraestructura en Colombia. Elementos que constituyen variables decisivas para la apropiada ejecución y financiación de los prometedores proyectos venideros.

SI bien es cierto que el riesgo político no figura en Colombia dentro del ranking local, es una realidad que la incertidumbre política influye de manera negativa en la dinámica de la contratación estatal, afectando el normal desarrollo de los proyectos.

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